BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







domingo, 28 de febrero de 2010


LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA

Los robles se acercan con timidez
a la orilla del río
y dejan atrás las breñas inhóspitas,
los enebros enanos
y las últimas nieves
de marzo en los ventisqueros ocultos.
Algo está a punto ya de suceder,
el metabolismo de tantos seres
no puede equivocarse;
nadie soportará
la eclosión germinal que ha de sacarnos
de la gruta de hielo
donde reina el invierno.
Cada brote supone
una forma distinta
de resistir el frío
con algodón dulce en una matriz
a punto de estallar.
Nos merecemos esto,
son bastantes meses con la esperanza
de que la sangre corra nuevamente
por las acequias del huerto invisible.