BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







domingo, 14 de agosto de 2011


Cuando se descompensa el equilibrio en la cotización entre seguridad y libertad en beneficio de la primera, es porque los poderes públicos han intervenido los mercados imaginarios con remesas suplementarias de miedo para aumentar el valor del sometimiento y reducir el riesgo de la emancipación.




Desde que nacemos se nos enseña a estar permanentemente en guardia; este estrés acompaña nuestra vida con algunos reclamos o señuelos que, a modo de hitos de ambición, nos indican el camino.
Atrapados en las estrechas coordenadas del binomio éxito-fracaso, adquirimos unas pautas de comportamiento extremas que no distan mucho de la selección artificial y del reconocimiento colectivo.
Este nuevo paradigma sólo puede ser cuestionado mediante su reducción al absurdo: o todos nos ponemos del lado de los ganadores, o todos del lado de los excluidos.