BLOG LITERIO DE MARIO PÉREZ ANTOLÍN







sábado, 27 de abril de 2013

PENSAR POR LO BREVE


José Ramón González (profesor de literatura de la Universidad de Valladolid) ha publicado un libro que bajo el título de Pensar por lo breve (editorial TREA) recoge un estudio y una antología de la aforística española de entresiglos (1980-2012). Yo soy uno de los escritores seleccionados junto a Carlos Edmundo de Ory, Sánchez Ferlosio, Eugenio Trías, Rafael Argullol, Andrés Trapiello, Carlos Marzal, Andrés Neuman, etc. Espero que disfrutéis con este libro si cae en vuestras manos. A mí me parece una obra indispensable para adentrarse en este género literario.

PENSAR POR LO BREVE


sábado, 13 de abril de 2013

SENTADOS O DE PIE. 9 POETAS EN SU SITIO. ANTOLOGÍA


DIARIO DE ÁVILA

La antología "Sentados o de pie" recoge varios poemas de Mario Pérez Antolín

D. Casillas - lunes, 08 de abril de 2013
 
El abulense Mario Pérez Antolín ha sido elegido para formar parte de una antología lírica que, bajo el título Sentados o de pie, 9 poetas en su sitio, viene a descubrir o reivindicar «un grupo poético de afinidades coyunturales» ubicados en Valladolid que completan Luis Díaz Viana, Luis Alonso García, Luis Santana, Luis Ángel Lobato Valdés, Luis del Álamo Vaquero, Carlos Medrano, Eduardo Fraile Valles y Javier Dámaso.
De Pérez Antolín, el benjamín del grupo, dice Antonio Piedra en el prólogo del libro que «sus intereses estéticos, marcados por la observación directa de las cosas y por la inmediatez de los acontecimientos le convierten en un hegeliano flexivo que deslinda el saber inmediato del absoluto». El puñado de versos seleccionados para esta antología muestran a un poeta reflexivo que no por estar apegado a la realidad renuncia a superar sus estrechos límites con una amplitud de miras en la que siempre se percibe un poso de cultura clásica.
Buena muestra de esa selección es el poema Paternidad, de su libro El amor, nada más; el poder, a veces: «Hoy, mientras veo a mi hijo/ atrapar lagartijas en el jardín,/ te veo verme,/ y acuso el golpe que te dio en mis costillas/ la calavera hueca./ Soy como eras cuando abrazo a tu nieto/ que no sentiste, pero amaste al amarme./ Repito los consejos que me has legado/ para que los comprenda el injerto que me hicieras/ en el baipás heráldico de tu simiente marchita./ Soy, a través del tiempo, todos los huérfanos/ cuando acaricio al vástago que me diste./ Siento el vapor ancestral del padre ausente./ Quiero recomponer tu presencia, ahora,/ con los frágiles huesitos que enterré en el estiércol/ doméstico de nuestra vida futura./ Terminaré este puzzle aunque no tenga la pieza/ que te llevaste en tu fuga temprana».